Bebidas azucaradas, impuestos y salud
El 13 de noviembre el Poder Ejecutivo presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de reforma tributaria.
El proyecto presentado establece, entre otras cosas, una modificación en las alícuotas de impuestos internos a las bebidas azucaradas, que pasarían del 8 al 17% (o del 4% al 17% en los casos de las bebidas azucaradas que contienen al menos 10% de jugo). Resulta alentador que la epidemia de obesidad esté en la agenda sanitaria y que las medidas fiscales para desalentar el consumo figuren dentro de las estrategias para abordarla, siendo que son de las más efectivas.
Sin embargo, resulta necesario para garantizar la efectividad de la medida que el aumento propuesto sea trasladado al precio final para que efectivamente el alimento no saludable (en este caso, las bebidas azucaradas) resulten menos atractivas para el consumidor, frente a otras opciones más saludables.
Además es necesario que la estrategia de lucha contra la epidemia de obesidad sea integral y no quede meramente en la cuestión impositiva. Avanzar en mejorar el etiquetado nutricional de los alimentos (por ej. a través del etiquetado frontal) para que el consumidor pueda decidir sus compras de manera más informada, restringir las publicidades de alimentos no saludables, principalmente dirigidas a niños, y mejorar los entornos escolares son posibles y sugeridas líneas de acción.