Infecciones Relacionadas al Cuidado de la Salud: el riesgo de la falta de coordinación nacional
El reciente desmantelamiento de la estructura que abordaba las infecciones asociadas a la atención sanitaria en Argentina plantea serias implicancias para la salud de la población, incrementando el riesgo de resistencia a los antibióticos y los costos para el sistema.
Introducción
Una vez más, el Estado nacional abandona áreas imprescindibles para el cuidado de la salud de toda la población argentina. El 30 de diciembre de 2024 bajo la excusa de la reorganización del organigrama del Ministerio de Salud de la Nación, se cerró la Coordinación de Uso Apropiado de Antimicrobianos y su función no fue reemplazada.
Las infecciones por microorganismos multirresistentes están en su mayoría asociadas a los cuidados de la salud, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial” por tanto, debería ser un tema de interés en materia de salud pública.
Además de afectar la vida de las personas y la sociedad en su conjunto, aumenta significativamente los costos asociados a las internaciones, medicamentos y tratamientos que podrían ser evitados.
¿Qué son las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud?
Las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud (IACS) son enfermedades que se producen en pacientes durante su atención sanitaria. Son un problema de salud pública que se puede controlar y mitigar con programas de vigilancia, seguimiento y gestión tal como lo indica la experiencia nacional e internacional.
En Argentina se trata activamente esta problemática desde el año 1971 cuando un grupo de profesionales comenzó a estudiar las infecciones asociadas al cuidado de la salud en el Instituto Nacimiento de Epidemiología (INE) “Dr. Juan H. Jara” para colaborar con el control de brotes que se producían en diferentes hospitales del país.
En 1978 se crea en el INE el Servicio de Infecciones Hospitalarias y en 1983 mediante la Resolución N 2885/83 del Ministerio de Salud de la Nación se crea el Programa Nacional de Epidemiología y Control de Infecciones Hospitalarias con sede en el INE. Este programa tiene como objetivo la disminución de la mortalidad por IACS y la mejora de la calidad de atención en todo el territorio nacional.
A partir del año 2004 con el objetivo de establecer la vigilancia y el control de las infecciones a nivel nacional, se puso en marcha el Programa Nacional de Infecciones Hospitalarias de Argentina, que buscaba la integración de todas las instituciones de salud de alta complejidad en una red nacional. Los ejes principales son: la prevención, vigilancia, control continuo y permanente para poder direccionar la gestión en base a la evidencia y los indicadores.
¿Cómo afectan a la salud las IACS?
Las IACS afectan entre un 3% y un 17% de las personas internadas pero la variabilidad de este porcentaje depende directamente de la atención brindada. Cuando un paciente ingresa a un hospital por cualquier problema de salud y contrae una IACS aumentan los días de internación generando costos adicionales al sistema de salud, al paciente y a sus familias. A su vez, puede generar serias consecuencias en la salud del paciente como discapacidades, resistencia de los microorganismos a los antimicrobianos e incluso la muerte.

Se estima que alrededor del mundo 100 millones de personas adquieren al menos una IACS durante el año y que 20 millones de personas fallecen a causa de ellas. En los países con mayor control y programas abocados a esta problemática se calcula que entre el 5% y el 10% de los pacientes ingresados al sistema hospitalario contraen una IACS, en cambio, en los países que no tienen controles pertinentes este porcentaje aumenta hasta un 20%.
Variabilidad del porcentaje de infecciones en función del control del sistema sanitario

En nuestro país se estima que contraer una IACS aumenta en promedio 6,4 días la internación del paciente y tiene una mortalidad del 11,5%. A nivel nacional esto representa 1.600.000 días extras de internación y 29.000 muertes anuales. A su vez, a lo largo de todos estos años, la implementación efectiva del Programa de Prevención logró reducir un 24% las infecciones contraídas en unidades de cuidados intensivos.
Con la correcta implementación de programas se estima que los costos asociados a esta problemática se pueden reducir hasta en un 30%, lo cual cubriría el presupuesto asociado a la implementación de los programas e incluso significa un ahorro para el sistema de salud.
Infecciones por microorganismos multirresistentes
Un microorganismo multirresistente (MDRO, por sus siglas en inglés) es un germen resistente a diversos antibióticos. Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para detener el crecimiento de las bacterias que causan infecciones. Determinados antibióticos no son efectivos para tratar las infecciones producidas por MDRO. Debido a esto, las infecciones causadas por MDRO son difíciles de tratar y de curar.
Las infecciones por microorganismos multirresistentes están en su mayoría asociadas a los cuidados de la salud, por ende, son prevenibles mediante programas para disminuir las infecciones asociadas al cuidado de la salud. Los antibióticos para su tratamiento son en general de alto costo, algunos de elevada toxicidad y su acceso es limitado. Por ejemplo el caso de La Ceftazidima–Avibactam, un nuevo beta lactámico que asociado a aztreonam es la última opción terapéutica para las infecciones por bacterias multirresistentes que predominan en las áreas críticas e infecciones postquirúrgicas de 36 hospitales. Su costo diario es de $1.413.000, por tanto, el costo de 7 días (tratamiento mínimo) equivale a $9.891.000.

¿Cuáles son las consecuencias?
La resistencia a los antimicrobianos -entre ellos los antibióticos- provoca que se incrementen los costos sanitarios, que se prolonguen las internaciones hospitalarias y que aumente la mortalidad. Cuando ya no se pueden tratar las infecciones con los antibióticos de primera línea, es necesario emplear fármacos más caros, tratamientos más largos y con más efectos adversos. Es así que la neumonía, la tuberculosis, las infecciones urinarias o la gonorrea, por ejemplo, son enfermedades cada vez más difíciles de tratar. En otras palabras, disponer de antibióticos menos eficaces generará que las enfermedades infecciosas, los trasplantes de órganos, la quimioterapia y las cirugías se vuelvan más peligrosas y atenten contra la vida de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que “la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo” y asume su lucha como un tema prioritario.
Gestión (o abandono) de la Salud Pública
En el año 2023 se aprobaron las líneas estratégicas y acciones específicas del “Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos y las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud” mediante la Resolución 2291/2023. El tema fue abordado por el Ministerio de Salud de la Nación a través de la Coordinación de Uso Apropiado de Antimicrobianos, dependiente de la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles, ello conforme lo normado en la Decisión Administrativa N° 891/2022.
El 30 de diciembre del 2024 mediante el Decreto 1138/2024 de Javier Milei, se modificó la estructura organizativa de primer nivel operativo del Ministerio de Salud de la Nación. En ese marco, se eliminó la Coordinación y su función no fue reemplazada poniendo en riesgo la salud de toda la población. Además, nuevamente el Ministerio de Salud abandona su rol de rectoría del sistema dejando en manos de cada una de las jurisdicciones la decisión respecto a qué temas abordar y cómo hacerlo, generando inequidades en nuestro territorio.
Conclusión
El cierre de la Coordinación de Uso Apropiado de Antimicrobianos en Argentina representa un grave retroceso en la gestión de la salud pública, con consecuencias que impactarán en la calidad de la atención médica, la seguridad de los pacientes y los costos del sistema sanitario. La resistencia a los antimicrobianos, reconocida a nivel global como una de las mayores amenazas sanitarias, requiere de estrategias de control y vigilancia que han demostrado su efectividad en la reducción de infecciones asociadas a la atención médica.
Desde hace más de cinco décadas, Argentina ha desarrollado programas de prevención y control de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud (IACS), logrando reducciones significativas en la tasa de infecciones hospitalarias y evitando miles de muertes. La eliminación de la Coordinación, sin una estructura que reemplace sus funciones, no solo pone en riesgo estos avances, sino que expone a la población a un escenario de mayor propagación de microorganismos multirresistentes, prolongación de internaciones y uso de tratamientos más costosos y menos efectivos y abandona a las provincias en el cuidado de la salud de su población.
El impacto de este desmantelamiento no solo se reflejará en los establecimientos de salud del país, sino también en el financiamiento del sistema de salud, que deberá afrontar mayores gastos en atención y medicamentos. La experiencia internacional demuestra que la implementación de programas adecuados puede reducir significativamente los costos asociados a las infecciones hospitalarias y mejorar la calidad del sistema sanitario.
En este contexto, la decisión de cerrar la Coordinación sin alternativas de reemplazo no responde a criterios técnicos ni epidemiológicos, sino a una lógica de reducción presupuestaria que desatiende las necesidades fundamentales de salud pública. La resistencia a los antimicrobianos seguirá en aumento sin políticas preventivas eficaces, afectando no solo a los pacientes con enfermedades infecciosas, sino también a aquellos que requieren tratamientos médicos avanzados, como cirugías, quimioterapias o trasplantes.
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